El verano es la época del año en la que se acelera el desgaste de los neumáticos de gran parte de los vehículos. Esto se debe fundamentalmente a dos factores. En primer lugar, en verano muchas personas aprovechan sus vacaciones para realizar viajes en coche, siendo los desplazamientos largos un claro factor de desgaste. A esto, se le suma la mayor temperatura del asfalto de las carreteras, que al estar en continuo contacto con los neumáticos provoca que el desgaste sea mayor. El efecto del calor en los neumáticos es algo que como taller de neumáticos en Sevilla conocemos muy bien.
Por estos motivos, al terminar el verano es recomendable que llevemos a cabos unas comprobaciones en nuestros neumáticos para verificar su estado y si siguen siendo seguros o si, por el contrario, debemos acudir a sustituirlos a la mayor brevedad.
DIBUJO: La legislación fija como profundidad mínima 1,6 mm. Tanto en un control de carretera como en la revisión ITV, una profundidad menor supondrá la inmovilización del vehículo y una sanción. En cualquier caso, la mayoría de los fabricantes de neumáticos recomiendan, por seguridad, sustituirlos cuando la profundidad del dibujo sea menor a 3 mm. Si disponemos de un profundímetro podremos comprobarlo fácilmente, aunque también podemos guiarnos por los testigos de desgaste de los neumáticos.
UNIFORMIDAD DEL DESGASTE: ¿El desgaste es uniforme en las diferentes partes del neumático? Esto puede comprobarse midiendo los neumáticos en sus tres zonas principales: interior, centro y exterior. Si el desgaste no se ha producido de manera uniforme, puede deberse a una presión incorrecta o a otros problemas del vehículo.
MORDISCOS, BULTOS Y CRISTALIZACIÓN: A través de una inspección visual podemos comprobar que no se den ninguno de estos factores, ya que cuando tienen lugar aumenta considerablemente el riesgo de accidente al perder el neumático gran parte de su capacidad de agarre y frenada.
PRESIÓN: El calor y los trayectos largos pueden alterar notablemente la presión de los neumáticos. Por eso, hay que comprobar periódicamente, especialmente tras el verano, que el nivel es el recomendado por el fabricante para nuestro coche en concreto y ajustarlo siempre según la carga que llevemos.
Aunque a veces nos cuesta sacar tiempo para invertirlo en realizar estas comprobaciones, como especialistas en neumáticos en Sevilla, insistimos en que merece mucho la pena hacerlas. Son fáciles de llevar a cabo, rápidas y pueden ahorrarnos mucho más tiempo y dinero que si lo dejamos pasar. Y, sobre todo, porque de ellas puede depender directamente nuestra seguridad al volante y la de quienes nos acompañan.