El calor de la primavera parece que ha llegado para quedarse y con él la época más perjudicial para los neumáticos por dos motivos bien distintos. Por un lado, el buen tiempo anima a las personas a realizar viajes más largos, con lo que exponen a las cubiertas de sus ruedas a un mayor uso y, por consiguiente, a un mayor desgaste; y por otro lado, en estos meses el asfalto de la calzada puede alcanzar los 70 grados centígrados, lo que influye decisivamente en el deterioro de las gomas.
Para evitar que el tiempo caluroso termine afectando al estado de conservación de tus ruedas, desde Neumáticos Calonge, desde nuestra experiencia en la venta de neumáticos de ocasión en Sevilla, hemos recopilado los dos principales consejos que debes poner en práctica si quieres evitar el temido reventón.
La importancia de la presión adecuada
Nunca nos cansaremos de señalar que circular con la presión adecuada para cada estación del año es fundamental para prolongar la vida útil de los neumáticos. Los beneficios son numerosos: la conducción será más sencilla, se consumirá menos combustible, se evitarán reventones y se reducirá el riesgo de sufrir un pinchazo. Además, el desgaste será mucho menor.
En el caso de conducir con la presión baja, se corre el riesgo de que los neumáticos se calienten antes, mientras que si la presión es alta, el desgaste se acentúa sobre todo en la zona central de la cubierta, aparte de que las suspensiones del coche sufren mucho más al incidir en ellas con mayor violencia las irregularidades que pueda presentar la calzada.
Pero, ¿cómo saber cuál es la presión adecuada para mis neumáticos? Muchos son los clientes que nos exponen este problema cuando acuden a nuestro taller para una revisión gratuita de sus cubiertas. Hay que decir que los fabricantes tienen unas indicaciones para cada modelo de coche, pero habitualmente las dejan reflejadas en algún punto del coche (como en el interior de la puerta del conductor o en la ficha técnica). Si estás pensando en revisar tu mismo la presión, recuerda que hay que hacerlo con los neumáticos “en frío”, es decir tras haber recorrido no más de cuatro o cinco kilómetros como máximo.
Ojo con la profundidad. ¡Tiene multa!
Otro aspecto muy importante es controlar la profundidad del dibujo de las cubiertas. Si bien es en invierno cuando esta característica es vital para evitar el temido efecto “acuaplaning”, no hay que perder de vista que puedes llevarte una multa si conduces con neumáticos con un dibujo por debajo del límite legal de 1’6 mm de profundidad.
Como taller de neumáticos en Sevilla recomendamos efectuar el cambio de neumáticos antes de llegar a dicha medida, pues te expones, no solo a una sanción, sino a un problema de seguridad. Asimismo, si en estos meses tienes pensado hacer alguna escapada, revisa el estado de tus neumáticos antes y después de cada viaje, pues lo que empieza como una actividad placentera, puede convertirse en una experiencia llena de inconvenientes.
Revisar la profundidad del dibujo y la presión de las ruedas son dos operaciones muy sencillas que puedes incorporar a tu rutina habitual. ¡Es por tu seguridad!