Desde que el Gobierno de España decretase el estado de alarma el pasado mes de marzo, muchos vehículos han quedado estacionados en la vía pública sine die como consecuencia del confinamiento de sus usuarios, que ya no pueden hacer uso de ellos, por ejemplo, para ir al trabajo o disfrutar de alguna actividad de ocio. Este parón puede afectar a los coches si no se toman las medidas oportunas como la batería, los frenos, los líquidos y, por supuesto, también a los neumáticos.
Las consecuencias que este periodo de inmovilidad puede tener sobre estos elementos esenciales para la seguridad del vehículo y sus ocupantes son las siguientes:
- DEFORMACIONES: como consecuencia de que el vehículo quede parado durante un tiempo muy prolongado, se puede producir la deformación de la banda de rodadura de los neumáticos. Hay que tener en cuenta que todo el peso del coche (aproximadamente una tonelada) se soporta prolongadamente en un punto concreto de la cubierta de caucho, lo que puede provocar cierto temblor cuando el automóvil vuelva a circular (efecto flatspotting). Este problema, si la deformación no es grande (según la carga que haya soportado y la posición del estacionamiento), se solucionará en cuanto el coche recorra ciertos kilómetros y los neumáticos se calienten lo suficientemente como para recuperar su flexibilidad original. No obstante, la mejor manera de evitarlo es desplazar el coche unos centímetros cada semana. Así, los puntos de apoyo serán diferentes.
- GRIETAS: es completamente falso y erróneo pensar que por un neumático que no circula el tiempo no pasa. Como ya sabrás, las cubiertas de las ruedas tienen fecha de caducidad se utilicen o no, por lo tanto, si ya tus neumáticos estaban agrietados antes de la cuarentena, es posible que tras ella lo estén aún más.
- PRESIÓN: es muy posible que durante estos días los neumáticos hayan perdido presión, situándose seguramente por debajo de lo recomendado por su fabricante, sobre todo, si han estado en contacto con cambios importantes de temperaturas (algo que es muy propio de la primavera). Siempre hay que controlar la presión de los neumáticos cada cierto tiempo, pero con este motivo aún más. Si tienes ocasión de acudir una estación de servicio hazlo e incluso, hínchalos un poco más.
- RELIEVE: al igual que la presión, también hay que revisar cada cierto tiempo el estado del relieve de la cubierta. No solo porque podemos no superar el próximo examen ITV, sino por nuestra seguridad. Actualmente, el límite legal de relieve es de 1,6 milímetros, por debajo de esa cifra, nos pueden penalizar con una multa considerable. Para comprobar si cumplimos con esta medida, como taller de neumáticos en Sevilla recomendamos el truco de la moneda: colocar un euro dentro de las hendiduras para comprobar si el relieve tapa por completo el aro dorado de la moneda. Si no es así, habrá que cambiar las cubiertas lo antes posible. Si tienes dudas del estado de tus cubiertas, cuando finalice el estado de alarma, en la red de talleres de Grupo La Negrilla estamos a tu disposición para revisarte totalmente gratis los neumáticos de tu vehículo ¡sin cita previa!